Las invasiones de USA a América Latina
Fray Betto
«Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar América de miseria, a nombre de la Libertad». (Carta de Bolívar a Patricio Campbell, 5.8.1829).
Se remonta el inicio de las de las agresiones de EEUU a América Central y el Caribe, cuando los marines invadieron las Islas Malvinas -que, por derecho, pertenecen a Argentina- y destruyeron Puerto Soledad. Dos años después, la marina del Tío Sam ayudó a los súbditos del rey de Inglaterra a apoderarse militarmente de aquellas islas, que ellos llamaban Fackland. Los marines, que cantan en su himno «somos los primeros en entrar en combate», fueron creados en 1775, un año antes de la independencia de EEUU.
La saña imperialista no se detuvo jamás. En 1846, EEUU decidió apoderarse de parte del territorio mexicano, el actual estado de Texas. La batalla llevó a las tropas invasoras a ocupar la ciudad de México, el 24 de septiembre de 1847. Al año siguiente la Casa Blanca impuso a su vecino al sur de Río Grande el Tratado de Guadalupe- Hidalgo, por el que la nación mexicana entregó a los invasores más de la mitad de su territorio: Texas, Nuevo México, Arizona y California. La moda pegó. En 1852 tropas de EEUU desembarcaron en Buenos Aires. En 1853, el pirata yanqui William Walker intentó apoderarse de una parcela más de México, el Estado de Sonora, rico en oro, pero fue repelido por el pueblo con las armas. Desconsolado, Walker invadió Nicaragua en 1855 y, al año siguiente, se autoproclamó «Presidente de toda Centroamérica», lo que, por lo menos sería cómico, si no fuese ridículo. Pero era en serio, y fue derrotado.
Entre 1895 y 1898 tropas estadounidenses intervinieron en Cuba. En 1898 cañoneros navales de EEUU bombardearon San Juan de Puerto Rico. El mismo año la Casa Blanca, interviniendo en la lucha de los cubanos por su independencia frente a España, impuso a Cuba, durante cuatro años, un gobierno militar encabezado por el general Leonard Wood. En 1903 la nación del norte se apropió de una faja de 8 km a cada lado del canal de Panamá, entre los océanos Atlántico y Pacífico. En 1905 República Dominica fue invadida por los marines con el pretexto del desajuste financiero de aquel país. Al año siguiente Cuba sufrió una segunda intervención militar, dirigida por el general Charles Magoon, y que duró tres años. En 1909 le tocó a Nicaragua sufrir la intervención. Un año después las tropas invasoras obligaron al presidente José Santos Zelaya a abandonar el país. En 1911 República Dominicana fue militarmente ocupada hasta 1914. En aquel mismo año los marines desembarcaron en Nicaragua, donde permanecieron hasta 1924.
Cuba y Honduras sufrieron una intervención más de EEUU en 1912. Una nueva ocupación de Cuba tuvo lugar en 1917 y se prolongó por dos años, sin que toda vía hubiese siquiera el pretexto del comunismo… Y se repitió en 1922.
En 1924 Honduras sufrió su cuarta intervención, y al año siguiente la quinta. En 1926 los marines invadieron de nuevo Nicaragua. En 1947, por un acuerdo con los militares nativos, EEUU derrocaron en Venezuela al presidente Rómulo Gallegos, como castigo por haber aumentado el precio del petróleo exportado. En 1954, utilizando aviones de bombardeo y mercenarios, los paladines de la libertad pusieron fin, en Guatemala, al gobierno democrático de Jacobo Arbenz. En 1961 tuvo lugar la fracasada invasión de Playa Girón, en Cuba. En 1964, en Panamá, soldados de EEUU mataron a 20 estudiantes, reprimiendo la manifestación en la que los jóvenes querían cambiar, en la zona del canal, la bandera estrellada por la bandera de su país. En el mismo año, la CIA participó en el golpe militar que derribó al gobierno de João Goulart, en Brasil. En 1965, en una premeditada provocación del Derecho Internacional, el Congreso de EEUU reconoció unilateralmente el derecho de EEUU a intervenir militarmente en cualquier país del continente. El mismo año, para librar a República Dominicana «del peligro comunista», los marines ocuparon el país, con la ayuda de tropas brasileñas, e impidieron la toma de posesión de Juan Bosch.
En 1973 la CIA diseñó el plan que, el 11 de septiembre, dio como resultado el asesinato del presidente Salvador Allende, de Chile, y llevó al general Augusto Pinochet al poder. El 25 de octubre de 1983, tropas de la 82ª división aerotransportada invadieron Granada y asesinaron al presidente Maurice Bishop. En 1984, para reforzar la contrarrevolución nicaragüense, 11 mil soldados de EEUU se distribuyeron por Honduras. Entre 1988 y 1989, pilotos estadounidenses y la Guardia Nacional de Kentucky participaron en bombardeos a la población civil del interior de Guatemala, con el pretexto de combatir a la guerrilla. En El Salvador, innumerables oficiales de EEUU asesoraron las tropas del gobierno contra los combatientes del FMLN.
El 20 de diciembre de 1989, 25 mil soldados de EEUU invadieron Panamá, derrocaron y apresaron al presidente Noriega, con el pretexto de tráfico de drogas, e impusieron el poder al presidente Guillermo Endara. Más de mil panameños fueron muertos durante la ocupación. Y entre 1982 y 1990 el gobierno de EEUU patrocinó una guerra de agresión a Nicaragua, financiando el entrenamiento de mercenarios y manteniendo el bloqueo económico.
Por donde anduvieron, las tropas de invasión de EEUU sólo dejaron miseria, desigualdad, corrupción y muerte. Pero hicieron bien en colocar la Estatua de la Libertad a la puerta principal de EEUU.
Así todos estamos conscientes de que ella delimita la esfera de la libertad. A todos nosotros, que no somos estadounidenses, nos queda la libertad de jamás contrariar la libertad que ellos tienen de restringir o suprimir la nuestra.