Entrevista al Candidato Presidencial de la Izquierda Guatemalteca: Miguel Angel Sandoval "El ZURDO"
¿Quien es Miguel Ángel Sandoval?
Mi hoja de servicios en la lucha revolucionaria arranca desde la juventud en el movimiento estudiantil, más tarde hice parte de los grupos insurreccionales y finalmente participe del proceso de negociación que culminó con la firma de la paz en 1996. Desde la firma de la paz a la fecha, escribo en periódicos de circulación nacional, y acompaño luchas sociales.
La alianza urng-winaq me proclamo candidato presidencial en sendas asambleas nacionales y me acompaña como candidato vicepresidencial Mario Ellington, primer garífuna (población afrodescendiente) que aspira a ese cargo. Ello habla mejor que los discursos: somos un proyecto incluyente, que lucha por los derechos de los pueblos oprimidos, marginados, diversos, que habitan el territorio de Guatemala.
Adicionalmente la base de nuestras propuestas se encuentra en los compromisos de la paz que fueron engavetados por varios gobiernos pero que ahora, miles de gentes, aún sin reivindicar los acuerdos en sí, proclaman sus compromisos como las necesidades actuales para el país. Es el caso de la reforma política, la depuración del organismo judicial o la ley de servicio civil, pilares de los acuerdos. Adicionalmente hay una propuesta de desarrollo rural, nacionalización de algunos recursos estratégicos, y la demanda del Buen Vivir.
¿Cuál es la situación de Guatemala en el ámbito económico, político y social y su propuesta?
Hoy día, Guatemala vive una crisis política que tiene origen en la corrupción gubernamental. Es de tal naturaleza que en la institución encargada de los impuestos se descubrió una red de corrupción sin parangón en la historia nacional. Cálculos no oficiales pero que se pueden deducir de la información divulgada por medios de comunicación y por las denuncias de la Cicig (comisión internacional contra la impunidad) permiten afirmar, que al menos, un 25% de los impuestos recaudados a nivel nacional, se iban a las redes de la corrupción. Esto nos dice de un cuarto del presupuesto nacional, en un país en donde la salud, educación, infraestructura o seguridad se quejan de falta de recursos…..!
Al caso de la SAT, se han sumado en 3 meses, la corrupción del IGSS (instituto guatemalteco de seguridad social) y el encarcelamiento de su junto directiva. La captura de varios funcionarios de la Policía Nacional Civil, la renuncia de varios ministros, como el de gobernación, medio ambiente, minas de hidrocarburos. Hay alrededor de 50 detenidos y sujetos a proceso penal. Y falta mucho por hacer. Asimismo varios jueces y magistrados se encuentran sometidos a proceso de antejuicio por propiciar la impunidad y de manera reciente, un expresidente del congreso es acusado de corrupción y se producen allanamientos en las oficinas del congreso de la república, con su cauda de detenidos.
Es suma, es la debacle institucional…. Y ello es el caldo de cultivo para las movilizaciones sociales.
Lo más grave de ello es que la red enquistada en la oficina de los impuestos, tenía su principal reducto en las oficinas de la vicepresidencia de la república. Es la razón que explica que la vicepresidenta haya renunciado y este en la actualidad en un proceso penal.
Esta situación es la que da paso a las movilizaciones sociales más nutridas de la historia reciente. En un acto en donde fui proclamado candidato presidencial de la urng-maíz, afirmé que las mismas solo tenían comparación con las de 1920, 1944 o 1962, solo que ahora se hacían de manera pacífica, democrática, con mucha imaginación. Estas protestas arrancan el 25 de abril y a la fecha no disminuyen. Hay días que son menores pero el clima nacional es el de la exigencia del fin de la corrupción….
Adicionalmente, hay un proceso de antejuicio en contra del presidente de la república, pues se le vincula a los hechos de corrupción. Su única defensa tiene en la “defensa” de la institucionalidad el punto fuerte, lo cual es en verdad una falacia pues si alguien se ha encargado de destruir la institucionalidad con la corrupción y la impunidad ha sido el actual gobierno desde la presidencia y otros rangos.
Las elecciones están previstas para el 6 de septiembre, pero una enorme cantidad de sectores consideran que no hay condiciones para que se lleven a cabo. Es una disputa entre el viejo orden y lo que se plantea desde las calles.
El clima de ingobernabilidad es alto, aunque por suerte, sin desbordes represivos, lo cual se puede atribuir a la presencia de los EEUU que sabe que los desbordes pueden profundizar el ánimo en la gente, y la vigilancia de la comunidad internacional, que dan pie a una situación anómala desde el punto de vista de la soberanía, que si bien no sería deseable, hoy forma parte de la realidad que vivimos en esta época de crisis.
Finalmente parecería que la situación guatemalteca ha generado en Honduras una especie de réplica, siempre en contra de la corrupción aunque como es normal, con sus modalidades. Esto permitiría afirmar que en la región centroamericana se puede estar iniciando un nuevo ciclo de luchas populares luego de años de relativa calma. Los temas de fondo siguen sin modificaciones y ello es la razón de las muestras de impaciencia en las movilizaciones.
En otros ámbitos del continente, creo que la situación cubana de negociación para una normalización con los EEUU debería ser un hito para el continente y por ello no parecen afortunadas las presiones, de claro origen norteamericano en contra del proceso bolivariano de Venezuela. En donde no solo se anima a la oposición interna, sino que se busca crear conflictos regionales con sus países vecinos. Creo que es tiempo que la cordura se instale en nuestras relaciones bilaterales y multilaterales para poder alcanzar un clima de paz que a todos nos es de vital importancia.
No puedo dejar de expresar mis felicitaciones al proceso de paz de la Habana entre las FARC y el gobierno colombiano, que ojalá pueda culminar, a pesar de todas las provocaciones militaristas, en un proceso de paz firme y democrática para el bien del pueblo colombiano.